En enero de 2011, aprovechando la excelente climatología que en pleno invierno reina por estos lares, comenzaron las obras en las aceras y la calzada de la avenida de los Reyes Católicos, comúnmente conocida como la carretera de La Estación.

Inicialmente, las obras habrían de concluir en un plazo no superior a los 15 meses, pero como la elasticidad temporal es una de las virtudes esenciales de nuestro ayuntamiento, junto con el enchufismo, el amiguismo, el oscurantismo y el derroche, estamos a punto de comenzar el verano de 2012 y los trabajos de remodelación de las aceras no han concluido, cuatro meses largos después de que haya terminado el plazo previamente fijado para la realización de toda la obra.

Como todavía queda el grueso de la obra, es decir el acondicionamiento y posterior adoquinado o pavimentación de la calzada, mucho nos tememos que pasará el verano, morirá el otoño, agonizará el invierno, alumbrará la próxima primavera y seguiremos como estamos, esto es con una de las direcciones de la carretera cortada, con la calzada en penosas condiciones y con el alcalde más satisfecho con la empresa responsable de las obras que un glotón ante el dulce espectáculo del escaparate de una pastelería.

Lo de menos es que el Equipo de Gobierno municipal no exija responsabilidades a la empresa concesionaria, que tan bien. Lo de menos es que una de las tres entradas que por carretera tiene nuestro municipio presente el aspecto que presenta, que también. Porque lo más relevante, delicado y peliagudo del asunto es que se está poniendo en riesgo a los conductores y a los peatones que transitan por la zona, se está poniendo en riesgo la integridad física de muchas personas por una decisión personal de José Luis Fernández-Quejo, que en el Pleno Ordinario, 27/septiembre/2011, contestando a una pregunta de la concejala Sra. Ajates, sobre una cuestión de las obras en la calle de La Estación (Avenida de los Reyes Católicos), demostrando por enésima vez su falta de empatía con los problemas que pudieran tener los vecinos, dijo: «Es una decisión que tomó la Comunidad de Madrid juntamente con este Ayuntamiento y con este alcalde y como no molesta, aunque usted diga que molesta, que efectivamente tiene sus molestias, como no molesta prefiero primero hagan una acera, luego hagan otra acera, y luego en el caso de que haya que incidir en la vía, incidan en la vía».

Transcrito lo cual, en AME nos preguntamos si este hombre está bien de la cabeza o si sabe lo que dice, porque en cinco líneas es capaz de plantear una premisa, a renglón seguido refutarla, y a continuación sostener sin sonrojarse la premisa inicial. ¿En qué quedamos, alcalde, en que las obras en la calle de La Estación no molestan, aunque muchos crean que molestan, que según se desprende de sus palabras usted también cree que no molestan y que sí molestan al mismo tiempo, o en que no molestan y por eso hay que poner alegremente en riesgo la seguridad de conductores y peatones? En fin, que le compre quien le entienda.

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