ALTERNATIVA MUNICIPAL ESPAÑOLA

 EL PALO Y LA ZANAHORIA

La política del palo y la zanahoria es una práctica tan antigua como las relaciones humanas. Y si semejante manera de conducirse por la vida política no ha perdido vigencia a lo largo de los siglos, ha sido porque su aplicación se ha demostrado provechosa en la mayoría de los casos. Pero como en todo, siempre hubo, hay y habrá una resuelta minoría dispuesta devolver palo por palo y a despreciar la zanahoria.

Ahora te doy un palo, luego te doy una zanahoria, es una práctica de uso común entre gobernantes caprichosos, arbitrarios, arrogantes, arteros, soberbios, con tic autoritarios, vanidosos, testarudos, hábiles en el arte de escabullirse, en el de decir algo y lo contrario al mismo tiempo, que prefieren ser temidos a demostrar una mal entendida debilidad por recurrir al diálogo y a la búsqueda del consenso, en fin, para los que lo primordial consiste en mantener sus privilegios, su estatus, su sillón, su bastón de mando.

Si por algo se ha caracterizado la presente legislatura municipal, ha sido por la presencia, desde el mismo instante de la constitución del Consistorio, de la política del palo y la zanahoria, puesto que la máxima autoridad municipal, el alcalde, José Luis Fernández-Quejo, intentó silenciar a las primeras de cambio a los miembros de la oposición ofreciéndoles la posibilidad de cobrar un sueldo por el desempeño de sus funciones, que no son otras más que las fijadas por los electores, es decir, la vigilancia y el control de los órganos de Gobierno municipal. A cambio de un sueldo que podrían fijar ellos mismos y que habríamos de pagar los contribuyentes sanlorentinos, el alcalde pretendía que la totalidad de la oposición votase a favor su caprichosa propuesta de contratación de un cargo de confianza en la persona de Manuel Batres Pérez, candidato no electo nº 10 de las listas del Partido Popular en los pasados comicios municipales. Finalmente, ante la negativa de la totalidad de la oposición, se procedió a la contratación del ex concejal Popular por el procedimiento de libre designación (34.272 €) como Coordinador de infraestructuras, SUMINISTROS y servicios urbanos.

Cuando José Luis Fernández-Quejo comprendió que en la presente legislatura la oposición no extendería la mano para coger la zanahoria, alzó el palo y comenzó a repartir a diestro y siniestro: eliminó el sueldo de la oposición; arremetió en todos los medios de comunicación que tuvo a su alcance contra el concejal de AME; maniobró arteramente para sembrar la división interna del PSOE, e invitó a comer al portavoz de IU para limar asperezas, hablar de las necesidades de los vecinos, buscar un futuro al municipio, o vaya usted a saber para qué.

Otro ejemplo del uso y abuso que de la política del palo y la zanahoria hace el alcalde ha tenido lugar recientemente, cuando concluidas las Navidades convocó a los comerciantes y hosteleros del municipio, convocatoria a la que tan sólo asistieron dos miembros de ambos sectores. Ante la irrisoria respuesta de los convocados, José Luis Fernández-Quejo, en lugar de achacar la escasa asistencia a un posible descontento, se lo tomo como una ofensa a la máxima autoridad municipal por él encarnada, llegando a dejar caer que los ausentes no tendrían presencia en la próxima edición de la Feria Internacional de Turismo de Madrid. Valiente venganza perjudicar gravemente la proyección turística del municipio con la que está cayendo. En medio de una crisis sin parangón, el alcalde priva a la inmensa mayoría de comerciantes y hosteleros de la posibilidad de figurar en un escaparate internacional que tiene una innegable repercusión en todo el mundo, y con ello agudiza aún más si cabe la lamentable situación económica que padecemos los vecinos de San Lorenzo.

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